Conocemos Deius, plataforma de Justicia Descentralizada y resolución de conflictos online mediante Blockchain

  • Hace unos meses nos llamó la atención la noticia de la presentación del libro “Bitcoin en la Justicia: Deius, un caso práctico de Justicia Descentralizada”. Teníamos mucha curiosidad por saber (y hacerlo con ejemplos prácticos) cómo la tecnología blockchain puede afectar a la resolución de conflictos, una herramienta muy útil que vinculamos al Acceso a la Justicia. Por ello ‘perseguimos’ a los dos autores del libro, Tomás Prieto y Julio de la Torre, para que nos contaran más detalles tanto del libro como de Deius. Te contamos cosas de estos dos conversadores infatigables, como advertirás en la conversación que mantuvimos con ellos.
  • Tomás Prieto (a la izquierda de la imagen principal) es jurista, especialista en Criminología y Conflictología, y también especializado en Resolución Pacífica de Conflictos a través de procesos extrajudiciales: mediación, negociación, abogacía colaborativa y resolución de conflictos en línea (ODRS). Es embajador de Economía Phi y Consultor en proyectos de Criptoeconomía. Investiga y estudia Bitcoin y su ecosistema siendo parte de la Comunidad Bitcoiners. Como escritor tiene varios libros publicados de Legal Tech y sobre el proyecto Deius en coautoría. Y por si no tuviera bastante, además se dedica a la escritura de relatos y poesía japonesa, habiendo publicado un libro de haikus. Se declara librepensador y Hacktivista Social.
  • Por su lado, Julio de la Torre, apasionado de la lectura, se define como un Viverista de Esperanza y Tejedor de Redes Humanas en su página web. Es un apasionado de la formación a personas, conferenciante visionario, escritor, consultor, humanista apasionado por la tecnología, la innovación y la sostenibilidad. Defensor del pensamiento crítico, también es partidario y entusiasta de los Medios Alternativos de Resolución de Conflictos o los ADR, la Justicia Restaurativa y la Justicia de Paz como Abogado Colaborativo.


Antes de nada, aclaradme un detalle. Si vuestro objetivo es descentralizar la justicia con blockchain, ¿por qué el libro, que lleva por título Bitcoin en la Justicia, da protagonismo a esa criptomoneda? ¿Me lo podéis explicar, por favor, como si tuviera cuatro años?

Tomás: Nuestra elección no es una criptomoneda, estamos eligiendo una Cadena de Bloques, es decir, una tecnología muy específica. Puesto que, es la única que no pertenece a nadie, no la controla nadie y se donó a la humanidad el día que el protocolo de Bitcoin se subió a Internet, el 03 de enero de 2009, por alguien desconocido.

Por tanto, es la única tecnología de cadena de bloques que transfiere Soberanía a su Comunidad, ya que es descentralizada (sin autoridad que la controle), distribuida puesto que está en todo el mundo a través de nodos, la que posee mayor ciberseguridad puesto que jamás ha sido hackeada, y sus reglas contenidas en el Código son perennes e inmutables. Nadie, ni con la computación cuántica puede romper las reglas de consenso de Bitcoin, (básicamente porque su algoritmo criptográfico Sha256 se puede adaptar a la computación cuántica con un pequeñe cambio criptográfico a Sha512).

De acuerdo, Bitcoin es mucho más que una criptomoneda, ¿qué valor diferencial aporta?

Tomás: La gran diferencia con cualquier otra blockchain, es que todas tienen un equipo o unos fundadores detrás con ánimo de lucro y, por ello, los token (o activos digitales) están preminados por ese equipo. Son startup tecnológicas y la mayoría, salvando excepciones, no aportan nada de innovación ni solucionan nada a la sociedad, buscan la especulación y el enriquecimiento a costa del desconocimiento y la avaricia.

En Bitcoin no ocurre tal cosa, y por eso existe la minería de BTC, porque hay que minar (emitir) esos token. Eso se hace con energía eléctrica, computación y matemáticas a través de la prueba de trabajo Proof of work (PoW) y lo hacen los nodos mineros.

Me habéis hablado mucho en el preámbulo de la Capa 2 de Bitcoin…

Tomás: Nosotros nos referimos a la Capa 2 de Bitcoin. Con eso queremos decir que el proyecto se debería desarrollar sobre una Cadena Lateral de Bitcoin, sobre todo por mantener las características del Protocolo de Bitcoin y aportar escalabilidad, seguridad y descentralización (o confederación en algunos casos). Podemos citar algunas, como Liquid, Stack. RSK y/o protocolos de tecnología descentralizada que no son cadenas de bloques como Nostr o Agram.

Nos interesa ante todo el aporte de Soberanía de Bitcoin puesto que pretendemos devolver la Soberanía a los ciudadanos, en la Resolución de sus Controversias en ámbitos en los que rige la autonomía de la voluntad.

Desde vuestra perspectiva, ¿cuáles son los grandes aportes de Bitcoin a la humanidad?

Tomás: Bitcoin crea la escasez digital que hasta su aparición no existían, y también crea por primera vez en la historia de la humanidad un activo real digital incensurable e inembargable. También destaca por la incorruptibilidad de los actores que lo utilizan, basada en incentivos y transparencia, (lo que no existe en nuestros poderes).

Además, nosotros estamos convencidos de que a través de DEIUS se podrían crear Protocolos de Paz con poder de negociación a nivel de Estados. En código criptográfico ahora podemos escribir una Constitución de Paz que puede actuar buscando el consenso verdaderamente neutral para resolver conflictos y disputas entre las personas, empresas, organizaciones o gobiernos. Por todo lo dicho, no existe ningún otro proyecto en el mundo comparable a Bitcoin y nuestra propuesta debería ser parte de ese ecosistema.


Eso sí, antes de nada, hay que aclarar que la plataforma DEIUS no existe, a día de hoy. Es decir, el desarrollo tecnológico del proyecto no lo hemos llevado a cabo porque estamos cumpliendo un mapa de ruta. En este 2024, justo después de haber presentado el libro el año pasado (Bitcoin en la Justicia), entramos en la dinámica de conseguir fondos para llevar a cabo el desarrollo tecnológico. El objetivo del libro es explicar el proyecto Deius, que es un acrónimo que significa Decentralized Iustitia, en el que utilizamos una palabra inglesa y una palabra latina. Con respecto a la duda sobre por qué el título es Bitcoin en la Justicia, te diré que para llevar a cabo el desarrollo tecnológico de este proyecto hemos llegado a la conclusión de que se tiene que realizar sobre la blockchain de Bitcoin. En el prefacio del libro hablamos sobre el desarrollo tecnológico, y creemos que un modelo nuevo, innovador y descentralizado se debe llevar a cabo en Bitcoin., desde el conocimiento que tenemos de Bitcoin y de su protocolo. (por los motivos arriba expresados).

¿Podéis explicar de forma muy sencilla cómo funciona Bitcoin y su Capa 2?


Julio: La gente tiene que ver la siguiente imagen. Blockchain son redes de autopistas con una serie de peajes, que serían los bloques. Para recorrer esas autopistas, el mejor vehículo es Bitcoin. La capa 2 de Bitcoin es el mejor vehículo que puede crear utilidad de esa red de carreteras. Puedes escoger otros vehículos, puedes ir en bicicleta, en motocicleta, puedes elegir un Ferrari o un BMW, un vehículo eléctrico o de gasolina.

Analizando el mercado, cuando nosotros diseñamos el proyecto en esos momentos, y eso sigue vigente, quien aportaba los valores esenciales que garantizan una justicia descentralizada era Bitcoin.

Porque nosotros estamos poniéndonos a la par en lo que es la administración de Justicia con la Administración del Estado, lo que hasta ahora no era posible. ¿Por qué? Porque había una serie de principios del poder Judicial que no cumplía nadie. o era muy difícil el acuerdo. Y por eso le dimos el monopolio de la resolución de los conflictos, primero al rey, el rey se cansó y organizó unas audiencias para que pudiéramos ir muchos más ciudadanos, y se generó después de la Revolución Francesa lo que llamamos el tercer poder o Poder Judicial, Y hasta ahora no tenía nadie la posibilidad de enfrentar con las mismas garantías.

La inmutabilidad, la seguridad jurídica, la transparencia, la trazabilidad, la ciberseguridad que ofrece ahora la tecnología a través de blockchain y gracias a bitcoin permiten que le pueda decir al Estado: No te necesito. Puedo resolver los problemas que yo tengo a nivel civil, a nivel mercantil, excepto el penal. Puedo resolverlos por mí mismo sin necesidad de un intermediario que se llama Estado, sino a través de una tecnología.

Siempre se ha dicho que la tecnología puede borrar del mapa a muchos intermediarios…

Julio: Muchas veces la tecnología viene a eliminar a los intermediarios. Para resolver problemas judiciales, controversias entre ciudadanos, ya no necesitamos ir a un juzgado, contratar un abogado, contratar a un procurador y que un tercero me diga quién tiene la razón. Tengo tecnología, y ese es el proyecto de Deius; autocompositivo y descentralizado. ¿Por qué? Porque somos nosotros quienes componemos, digamos, las piezas de lo que sería el proceso de resolución descentralizado, porque ya no hay un poder central desde arriba que me diga cómo lo tengo que hacer, sino que cada uno en su casa, o en su barrio, o en su comunidad, se organiza como quiera y tiene unas herramientas tecnológicas que le permiten verificar que en el proceso de resolución de conflictos se cumplen los parámetros constitucionales que hasta ahora se arrogaba el Poder Judicial, que tiene el monopolio de la resolución del conflicto. Pero ahora no. Nosotros hemos cogido las piezas, hemos diseñado una plataforma y esa plataforma le hace la competencia al monopolio del Estado.


Lo que estamos aportando al mercado, a la sociedad, es un nuevo modelo de soberanía y de gobernanza de esa soberanía. Mientras que durante años te decían que la soberanía reside en el pueblo, pero la representa el Parlamento, ahora decimos que la soberanía reside en el pueblo y no la representa nadie, porque el pueblo tiene medios para representarse solo.


¿Podríamos englobar a Deius como una plataforma que facilita el acceso a la Justicia? Y no me refiero sólo a la Administración, sino al concepto Justicia.


Julio: A la resolución del conflicto. De hecho, la ley de agilización procesal que está impulsando el Gobierno por compromiso con Europa, y que Pedro Sánchez ha tenido ahora que remediar con unos RD que ha metido a calzón, dice que tiene que existir los MASC: los medios alternativa y resolución de controversias, entre los cuales va a estar Deius. Nosotros somos un MASC, y cuando la ley dice que usted tiene que certificar que ha intentado llegar a un acuerdo a través de un MASC y dé una lista abierta, Deius va a estar ahí.


Tomás: Una aclaración. Cuando estamos hablando de resolución de conflictos estamos refiriéndonos a cualquier conflicto que tenga que ver con el Mundo civil o mercantil. Nunca estamos pensando en temas penales, eso es competencia cien por cien del Estado. Nosotros no pretendemos entrar en la parte penal, hablamos siempre de cualquier conflicto por el cual se puede llegar a una negociación, a través de la voluntad de las partes. Por lo tanto, están totalmente regulados en toda Europa y en muchísimos países del mundo los procedimientos de resolución extrajudicial de conflictos. Nosotros no nos estamos inventando nada, eso está claro. De hecho, en España se regula en el año 2012, como estaba apuntando Julio ahora mismo.

Hay que preguntarse: ¿De dónde venimos? Venimos de los años 50 o 60, cuando los países anglosajones crean lo que llamaban las ADRs, resolución de disputas extrajudicial. Esas ADRs, básicamente, son: la mediación, la negociación o la conciliación. Tanto Julio como yo no consideramos que el arbitraje sea un ADR, porque el arbitraje es heterocompositivo. Tuvieron muchísimo éxito, y siguen teniéndolo, porque se siguen utilizando estos procesos extrajudiciales de resolución de conflictos. Luego en los últimos 25 años se han intentado introducir en la Unión Europea, y no han tenido éxito.

Porque vosotros tenéis una trayectoria importante en el tema de resolución alternativa de conflictos…

Tomás: Tanto Julio como yo venimos de ese campo jurídico, y llevamos casi 15 años siendo especialistas y trabajando en el mundo de la mediación y de la negociación. Como decía, son unos procedimientos que en los países anglosajones han dado muy buenos resultados, y aquí, como no nos dejan, no prosperan. Pero resulta que en los años 90 empieza a surgir con las grandes plataformas el comercio electrónico, sobre todo eBay, Amazon y Paypal. Para que el comercio electrónico tuviera éxito ellos necesitaban un proceso de resolución de conflictos online. Y con base jurídica en las ADR contrataron unos tecnólogos, como, Colin Rule y Ethan Katsh, que crearon los procesos de resolución de conflictos online, lo que llamamos y se conoce como ODRs; es decir, resolver un conflicto en remoto. Con esa base jurídica de las ADRs, más el conocimiento que nosotros tenemos de ODRs, nos dimos cuenta de que podíamos crear lo que nosotros llamamos BDRs, Blockchain Dispute Resolution. Y cuando vamos a diseñar nuestro proyecto, y entendimos qué era la blockchain, es cuando decidimos que, gracias a unas características esenciales de bitcoin, nuestro proyecto no podía ir en cualquier blockchain. Esas características para nosotros tienen que ver con la soberanía: estamos buscando devolver la soberanía en la resolución de conflictos a los ciudadanos.

Y la única blockchain que aporta esa soberanía, la única porque no hay nadie detrás de ella que no sea la comunidad, es Bitcoin. Bitcoin nos aporta resiliencia por la gran seguridad que aporta su robustez y la fiabilidad. Nos aporta confianza, es una blockchain que desintermedia de verdad a los terceros de confianza. Y digo de verdad porque en todas las demás blockchain siempre hay un equipo detrás, y en Bitcoin no. Por lo tanto, esa desintermediación de los terceros de confianza para nosotros es imprescindible.

Además, nos aporta incensurabilidad. Ya hay un modelo de Justicia tradicional en el que hay personas tomando decisiones. Aquí no queremos que haya personas tomando decisiones, queremos que las decisiones las tomen solamente las partes que tienen el conflicto y que se van a relacionar con la tecnología. Además, como queremos que los individuos sean soberanos, estamos trabajando con principios de libertad, que eso también lo aporta bitcoin. Como también aporta el principio de autorresponsabilidad. Proporciona, en suma, una capa de soberanía que es lo que nosotros pretendemos. Y para acabar, la gran comunidad global aporta muchísima innovación y una gran escalabilidad al trabajar en capa 2.

Julio: Es muy importante lo que acaba de decir Tomás sobre la gobernanza del sistema y que muchas veces pasa desapercibido. ¿De qué se queja en estos momentos el ciudadano? De que las decisiones gubernamentales en aquellos estados de cesión de soberanía no están siendo las adecuadas para defender sus intereses. Bien, aquí, en Bitcoin, no hay nadie. Es una gobernanza automatizada por su fundador que nadie puede saltarse, salvo que se reúna el 51% de tasa de hash.

Hablé hace un tiempo con un miembro de la Cámara de Comercio de Salamanca, y me decía que la inteligencia artificial tiene sesgos. Y le dije que por supuesto, y tú también, y yo. Y los jueces tienen sesgos, pero deciden por ti. Nosotros no deshumanizamos la justicia por el hecho de que no hay humanos detrás, porque te damos tres posibilidades sobre cómo quieres resolver tu conflicto.

Puedes hacerlo aplicando inteligencia artificial, porque es un juez, es una memoria, un análisis de esa memoria y una expresión escrita u oral del análisis de esa memoria. Y si no quieres la inteligencia artificial, puedes optar por un Oráculo. Esto es, este Oráculo te va a dar tres soluciones. Realmente, son tres instituciones que colaboran, porque no quitamos a los operadores jurídicos: les damos otro rol. Y como tercera opción puedes nombrar un mediador, saliéndote del sistema de la plataforma. El mediador te ayuda a conseguir un acuerdo. Una vez que lo hayas logrado, vuelves al sistema y documentas el acuerdo con un documento que es como una sentencia; de hecho, los MASC lo establece con carácter de sentencia judicial. Por tanto, ese acuerdo vuelve a nuestra plataforma, a Deius, para ser testimoniada. ¿Qué seguridad jurídica tiene? Es un acta que queda encriptada y, por tanto, inmutable.

Tomás: Toda la tecnología que se utiliza en Deius ya existe, y nosotros lo que hacemos es crear un puzzle que encaja esas piezas. Pero sí hemos diseñado algo que no existía: tres protocolos, utilizando esa tecnología que, como decía, ya existe, como smart contract o smart agreement, que son los acuerdos finales a los que deben de llegar las partes en conflicto. Un primer protocolo, funciona con inteligencia artificial. Y no me refiero a cualquiera de esas IAs que se han puesto ahora de moda: ChatGPT, Llama de Meta o Bard de Google (ahora Gemini). Nos referimos, en concreto, a una IA que han creado dos empresas, una en Canadá y otra en el Reino Unido, que ha sido creada ex profeso y entrenada especialmente para la resolución extrajudicial de conflictos.

Julio: Déjame abrir un breve paréntesis para decirte que todo esto que explica Tomás está explicado en nuestro libro. Este libro habla de algo muy importante como es tu soberanía, tu libertad, tus derechos, tu manera de resolver tus conflictos de manera adecuada conforme a las herramientas del siglo XXI.

Tomás: Sigo con el primer protocolo de inteligencia artificial. ¿Cómo se termina? Se emite un acta inteligente, un smart agreement que tiene que ser firmada criptográficamente por todas las partes, incluyendo a la plataforma, que debe de aportar su firma criptográfica., en un token NFT y se reparte a todas las partes que están en el proceso.

El segundo protocolo, también mencionado anteriormente, trabaja tanto dentro de la cadena como offline, y me refiero al Oráculo. Salimos fuera de la cadena a consultar un oráculo, que es una fuente de información. Y que queremos que otras entidades jurídicas tradicionales, como universidades, colegios profesionales o asociaciones, puedan colaborar y participar de este nuevo modelo de Justicia. Es decir, estamos pensando en el ámbito jurídico tradicional para que se pueda incorporar de manera novedosa a este tipo de plataformas. Por supuesto, siendo recompensados desde la plataforma con bitcoin, porque el ADN de esta plataforma funciona con bitcoin.

¿Todas las transacciones se harán en criptomonedas?

Julio: Esto está pensado para que sea gratis para el ciudadano. Por lo tanto, no va a intervenir ninguna moneda. Sin embargo, va a tener un coste para las corporaciones, las aseguradoras, los bancos, que sí van a pagar por utilizar la plataforma. ¿Cómo lo harán? No lo prevé todavía el proyecto, porque es autocompositivo y, por tanto, la parte, cuando se incorpore, decidirá por sí misma cómo quiere retribuir. Pero aquí no metamos el término criptomonedas, porque aquí no hay ninguna criptomoneda.  Y Bitcoin no es ninguna criptomoneda, lo han convertido en eso. Que se utilice y se use para eso es como si yo cojo un coche y lo convierto en un arma de guerra, y me dicen que es un tanque, pero es un automóvil. De acuerdo, la tecnología del automóvil, del motor de explosión, dio lugar a los tanques, pero se previeron y se diseñaron para llevar a la gente de un punto a otro. Luego le pusieron un cañón y mata gente. ya, pero eso no estaba previsto en su diseño. Es muy importante que sepamos que Bitcoin es tecnología, la mayor tecnología puntera que tiene el ser humano.

Me tranquiliza saber que esta confusión por mi parte sobre Bitcoin es común, pero, al fin y al cabo, la palabra coin está ahí presente. Pero quiero que Tomás nos hable del tercer protocolo. 

Tomás: El tema de los oráculos tiene el objetivo de darle la oportunidad a otras entidades jurídicas a participar de esta innovación. Y con el tercer protocolo lo que hacemos es salir cien por cien de la cadena para crear un proceso de ODR, es decir, un proceso de resolución de conflicto en remoto, y utilizar a los profesionales de la resolución de conflictos. En ese rápido proceso, hablamos de una semana como máximo, tiene que haber siempre un mediador o un negociador, o ambos, acompañando a las partes. De este modo, le estamos dando la oportunidad a todos esos profesionales que existen en el mundo de resolución de conflictos a participar también en la innovación de este proyecto.

¿Tenéis identificados esas entidades o instituciones que podrían participar como oráculos?

Julio: En un sistema de gobernanzas autocompositivas, esto lo decide la comunidad, nosotros no podemos controlarlo. En Deius habrá un smart contract, y si cumples, te dirá cómo accedes, qué criterios tienes que cumplir, etc. No será porque nosotros lo digamos, sino porque la comunidad se acerque a formar parte del proyecto.

¿Podéis abundar más sobre el Real Decreto 6/2023 y su visión sobre la resolución alternativa de conflictos?

Julio: Realmente el Real Decreto 6/2023 no incide más que en la digitalización de procesos en el marco del sistema judicial heterocompositivo y centralizado existente, por lo que no hace más que reforzar con tecnología la posición de poder que tiene en la sociedad un pequeño número de personas (Poder Judicial) y no avanza en la Soberanía sobre la resolución de conflictos. Veo positivo la Carpeta Ciudadana de Justicia en la que se pretende incorporar más Transparencia, un principio fundamental de DEIUS, la transparencia. Pero nada más. Bienvenido sea el esfuerzo modernizador de la Administración de Justicia, pero se ha dejado en el tintero del anteproyecto de Ley que se dejó de tramitar por la convocatoria electoral todo lo relativo a los MASC o Medios Alternativos de Solución de Controversias que es donde encajaría DEIUS.

Hay mucha gente que afirma que la tecnología blockchain adolece de defectos, como es el alto consumo de energía, o que a veces se producen ineficiencias en los sistemas de encriptación de bloques. Y luego está esa cierta mala reputación alrededor de las criptomonedas. Aunque bien es cierto que leímos recientemente en Xataka este titular: Bitcoin llevaba años en el lado oscuro de las finanzas. Esto acaba de cambiar: en Estados Unidos se aprobó esta semana la disponibilidad de los ETF basados en bitcoin.

Julio: Te comento en primer lugar lo de energía e ineficacia. ¿Cómo fue la primera bombilla? Hay que tener prospectiva, hay que saber que ese es el vehículo en que te tienes que montar para que hoy tengamos las LED. Pero no hay LED si no hay bombilla. ¿Que consumen energía? Pongamos también el foco en otras energías, en otros procesos, procesos de relación social, de producción de servicios, de comunicación, que también consumen energía. La paciencia coloca a todos en su sitio.

Todos vais a utilizar blockchain, todos va a utilizar la tecnología Bitcoin y, además, cuando lo hagáis, no os estaréis enterando de que lo hacéis, como ahora no tenéis ni idea de la tecnología subyacente en un móvil.

Bitcoin es la tecnología más potente que tenemos, a día de hoy, diseñada a favor de la humanidad. ¿Pero qué ocurre? Que cambia los resortes del poder y, sobre todo, el equilibrio. Por tanto, los que pierden poder y se genera un nuevo equilibrio. ¿qué van a pensar? Pues que no se lo puedo dejar en manos de la ciudadanía para que yo pierda privilegios. Y en eso estamos, en medio de una guerra de fake news, ingeniería social y posverdad. Paciencia.

Tomás: Abundando en la noticia que has compartido, creo que, si esa institución está aprobando ya esta herramienta financiera para llevar bitcoin a bolsa, quiere decir que ese relato negativo sobre bitcoin decae por sí mismo. También es muy importante un Informe que publicó hace 6 o 7 meses Black Rock sobre el consumo de energía eléctrica de Bitcoin. En ese informe lo que se dice es que es tal la cantidad de energía eléctrica creada por energías renovables que consume Bitcoin, que se puede decir que cumple con los criterios ESG. Y por lo tanto, no es criticable. Recordemos que los criterios ESG tienen que ver con la sostenibilidad y el cambio climático.

Julio: Hay que recordar que la G de ESG corresponde a Gobernanza. Y Bitcoin es la única tecnología que lo cumple al cien por cien porque no lo controla nadie, lo controla la comunidad. Es algo a lo que no estamos acostumbrados porque le hemos dado el poder a los políticos, y los políticos dicen que son depositarios de la sabiduría para resolver nuestros problemas. Ha llegado una tecnología que demuestra que no es necesario que sigan esforzándose tanto.

¿En qué Estado está la hoja de ruta de la plataforma Deius?

Tomás: Estamos creando una Comisión Académica y Científica, con cuatro profesionales altamente cualificados que entienden el proyecto. Se trata de un equipo multidisciplinario ya que son profesionales jurídicos, especialistas en Resolución Pacífica de Conflictos, Ciberseguridad e Innovación. 

Se pretende hacer estudios académicos y científicos para publicar en determinados circuitos más academicistas. Queremos que el proyecto tenga una Capa investigadora importante. A su vez pretendemos llegar a las Universidades y otras Instituciones Académicas con las publicaciones.

Y, en segundo lugar, vamos a ponernos a trabajar [ya lo estamos haciendo] para buscar inversores, empresas y startup que asuman participar como socios. En este mismo instante, existen conversaciones con una startup  chilena, y tenemos buenos contactos con una tecnológica de Canadá expertos en tecnologías exponenciales e Inteligencia Artificial.

Seguiremos divulgando el libro y la web y participando a todos aquellos foros a los que seamos invitados, y continuaremos investigando y aprendiendo, ya que Universidades como Stanford se han interesado por la Justicia Descentralizada, y sus investigadores están publicando papers de altísima calidad, que vienen a refrendar nuestras tesis.

Y esto es todo lo que nos ocupa en la actualidad, además de nuestro trabajo individual y personal, como puede ser la formación o la consultoría. 

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