Analizamos el libro ‘Legal Tech: La transformación digital de la abogacía’

Para abrir boca…

Legal Tech: La transformación digital de la abogacía‘, libro editado por Wolters Kluwer y lanzado en junio de 2019, es, sin duda, una obra referencial en castellano; incluso podríamos definirlo como un hito sobre el estado de la legaltech en España y en otros territorios. Bien es cierto que, salvo error por nuestra parte, existe muy poca bibliografía en español, pero Moisés Barrio, coordinador de la obra, ha tenido el acierto de diseñar un sumario que abarca en prácticamente su totalidad lo que te puede interesar del universo legaltech. Y además, ha sabido sumar a una serie de expertos que, en general, han dotado a la obra no sólo de calidad, sino de una visión práctica y con abundancia de casos reales de tecnología legal que se agradece por parte del lector.

Por lo tanto, ya ves que se trata de un libro coral, con casi 40 autores que han participado en una estructura configurada por un prólogo, 27 capítulos y un epílogo, en una obra de 648 páginas. Lo menos bueno de los libros corales es que no profundizan como nos gustaría en los temas que se desarrollan: piensa que si lo hicieran, no estaríamos hablando de un libro, sino de la colección Brocá Majada. Porque por mucho que se diga, el saber sí ocupa lugar. Por cierto, lanzamos una sugerencia a Wolters Kluwer: esta obra coral puede ser el germen de una colección legaltech para poder se más exhaustivo en todos y cada uno de los temas tan interesantes que aborda. Y por otro lado, obviamente, puedes pensar que hay notables ausencias entre el elenco de autores, pero piensa que eso es muy significativo de lo mucho que está creciendo la legaltech: debe ser muy complicado elegir a tan buenos autores entre tanto talento potencial.

Pero lo bueno de un libro coral, como ya hemos apuntado, es que ofrece una panorámica espectacular de este fenómeno que no es una moda y que no tiene vuelta atrás, y que debes conocer a fondo porque está siendo una piedra angular de la transformación que está viviendo la profesión de abogado. Y por otro lado, permite una lectura amena y a tu medida, ya que cada capítulo tiene una identidad propia. A todo ello debes añadir una tipografía muy amable y una encuadernación resistente, a pesar de que se trata de un volumen con cierta robustez.

Finalmente, está el precio. Según la tienda de Wolters Kluwer, 71,14 € en papel y 65,52 € en digital. No lo vamos a negar: es una pasta. Dímelo a mí, que soy de Barcelona. Pero a nivel personal te diré que, por poner un ejemplo, sólo el capítulo 4, dedicado a la ‘Inteligencia artificial’ y elaborado por Santiago Gómez Sancha, vale ese dinero y mucho más. Pon nuestras palabras en cuarentena porque en Derecho Práctico somos muy fans de Santiago, pero si quieres salir de dudas, ráscate el bolsillo: vale la pena.

Queremos con este breve análisis del libro seleccionar y compartir contigo las ideas que consideramos más potentes, divididas en una serie de bloques temáticos que hemos identificado, por lo que pedimos disculpas a los autores que de manera inmerecida no mencionamos: no hay otro motivo que evitar una reseña en exceso farragosa. Esperamos con todo ello ayudarte a conocer mejor esta obra.

Visión general del fenómeno legaltech

Moisés Barrio asegura que si una tarea puede ser automatizada, lo será, pero no veas esto como una amenaza, sino como oportunidad para centrarse en tareas más creativas y de alto valor de la práctica legal. Además, los juristas necesitan una comprensión básica de la programación informática; no se trata necesariamente de saber programar, sino de entender ese lenguaje de programación. Y en esa línea insiste en que resulta urgente la formación y actualización tecnológica de todas las profesiones jurídicas. Recuerda que la digitalización tiene un potencial particular en industrias basadas en el conocimiento, a lo que añadimos que no debes olvidar que el abogado es un currante, o si quieres, un artesano del conocimiento.

Por su parte, Markus Hartung, hasta hace poco director de la prestigiosa Bucerius Law School, de Hamburgo, formula en el epílogo cuatro tesis para el futuro. De ellas, nos llama la atención una pregunta tan estimulante como, hasta cierto punto, inquietante. ¿Es la experiencia de usuario más importante que la calidad? También considera que la tecnología es un profesor brutal: hace que los abogados reconsideren su profesión. Es una forma de decir que la letra, con bytes entra. También nos parece interesante su idea acerca de que el competidor de una firma de abogados es una mejor firma de abogados, y no una legaltech. Estamos de acuerdo: si crees que tu competencia directa es una plataforma de reclamaciones online como Reclamador.es o de contratos automatizados como Bigle Legal, tienes un problema.

Cómo afectará al sector legal

Este bloque temático es uno de los que suscita más interés. Empezando por el mencionado capítulo 4 de Santiago Gómez Sancha, director de sistemas de información en Uría Menéndez. Creemos que muy pocos como él son capaces de describir cómo interviene la inteligencia artificial en las tareas de una firma legal, qué beneficios aporta y ¡muy importante! qué recursos y esfuerzos son necesarios. Puedes pensar, si trabajas en un despacho pequeño o mediano, que lo que hagan en Uría no te afecta, pero te aseguramos que mucho de lo que comparte es extrapolable a todos los operadores del sector legal, más allá de su tamaño y especialidad. Con todo ello, nos quedamos con una frase que no es de su cosecha: “Los abogados no van a desaparecer… Piensa en estos sistemas como un asistente personal muy listo que te va a ayudar a ser mejor abogado”. Lo más relevante es la cita es de Andrew Arruda, fundador de Ross Intelligence, software considerado hace unos años como el primer abogado robot, y que realmente es una herramienta de investigación legal más avanzada que las bases de datos tradicionales.

También nos gustó mucho lo que aporta Paula Fuentes relativo al capital humano, corroborando que cada vez en mayor medida se requieren una serie de competencias para trabajar en la era digital y que eso pasa por profesionales con destrezas transversales. Y detecta un detalle importante que también ocurre en otros sectores: se abre una brecha entre lo que demandan las empresas y la cualificación de los candidatos.

Muy recomendable nos parece el capítulo de Carlos Fernández y Ángel Sancho sobre las tecnologías de búsqueda de información jurídica, en el que hacen un recorrido desde la aparición de los formatos offline como el CD y el DVD hasta internet (¿te acuerdas de los operadores booleanos como .Y, .O, .NO que empleabas para buscar jurisprudencia?) y el impacto de la inteligencia artificial sobre estas tareas tan importantes en firmas y asesorías jurídicas.

Legaltech por operadores jurídicos

Creemos que esta serie de capítulos aporta mucho valor, toda vez que ofrecen la perspectiva de los diversos operadores jurídicos del sector legal: desde grandes firmas pasando por asesorías jurídicas hasta llegar a notarios y registradores.

Sin duda alguna, los grandes despachos son un campo de cultivo excelente para la legaltech: tanto para implementarla desde fuera como para desarrollarla desde dentro. Sus fortalezas, como señalan en el libro, son evidentes: perfil internacional y multidisciplinar, músculo financiero y, en el caso concreto de las big four, esa vinculación legal/fiscal tan importante.

Pero eso no quiera decir que el fenómeno legaltech sea ajeno a pequeños y medianos despachos. Todo lo contrario. Sin duda puede ser una fuentes de nuevas oportunidades de negocio. Nosotros ponemos como ejemplo cómo ayudan a captar clientes a abogados independientes o despachos especializados proyectos como Lawyou y UNAES; o de qué modo empresas legaltech especializadas en firma electrónica como Coloriuris y Signaturit, software de gestión de despachos como iusUp (en este caso, basado en tecnología Microsoft), plataformas de protección de datos como Pridatect y aplicaciones muy novedosas y orientadas a la captación de clientes como EasyLeapp pueden apoyarte en la transformación digital de tu firma y en la de tus clientes.

Tampoco puedes perderte el capítulo que versa sobre las asesorías jurídicas de empresa, que están viviendo una auténtica revolución este año. Los autores identifican un repertorio de soluciones en asesorías jurídicas que hace relativamente poco tiempo se antojaban insospechadas: automatización de flujos de trabajo, gestión contractual y documental, legal analytics, e-discovery, automatización de contratos, chatbots… Creemos que es fundamental para que estos departamentos dejen de tener funciones únicamente reactivas y se conviertan en órganos proactivos y estratégicos en una empresa.

Muy, muy interesante el contenido de Cristina Retana, directora de innovación en Wolters Kluwer, que ofrece la visión de los proveedores de información jurídica. Es decir, las otrora conocidas como editoriales jurídicas han evolucionado invirtiendo muchos recursos para convertirse en empresas tecnológicas que suministran al sector herramientas y contenidos de alto valor añadido. Veremos cómo convivirán con el ecosistema de startups legales cada vez más activas. Es un escenario apasionante, muy atractivo, pero que, por encima de todo, supone para el jurista la posibilidad de elegir la solución legaltech que más se ajuste a sus necesidades.

En este bloque volvemos a encontrar nuestra piedra angular: la formación. En el capítulo sobre legaltech y educación el autor menciona el cambio de metodología en las Facultades de Derecho: desde la tradicional al concepto que denomina New Teach: no lo pierdas de vista. También señala los procesos formativos especializados que van apareciendo cada vez en mayor medida. ¿Podemos estar ante una burbuja formativa? No lo creemos, lo que no significa que debas elegir bien la formación legaltech que más se ajuste a tus necesidades. En libro se mencionan los Master Legaltech del IE Law School (ya iniciado) y el de la Escuela de Negocios del CEU, que tendrá lugar en octubre, el único que es presencial y en lengua española. Añadiríamos por nuestra parte el recientemente lanzado Máster de la Universidad de Salamanca (formato online) y los que organiza la ya mencionada Bucerius Law School.

Legaltech por territorios

Interesante repaso al universo legaltech anglosajón (especialmente en Estados y Unidos y Reino Unido), México y España. En el caso de México, muy oportuno, dado que están apareciendo interesantes propuestas innovadoras en forma de software o de eventos como las de Juan Carlos y Alejandro Luna, de Lawit Group; el consultor legaltech Pepe Toriello; el flamante chatbot especializado en registro de marcas de Gerald García en Business Advocacy; y la empresa legaltech Legal Lab.

Por supuesto, hay que prestar especial atención al análisis que hace Mª Jesús González sobre el ecosistema legaltech en España. Queremos destacar la clasificación que hace de los desarrollos legaltech en función del origen (los de la Administración Pública y los del sector privado) y en función del destinatario (para profesionales, para empresas y para consumidores finales). Compartimos que el sector en nuestro país está en plena ebullición, pero no podemos mirarnos al ombligo y dejar de observar una serie de obstáculos que no permiten un mayor desarrollo de la legaltech, como entre otros son, como muy bien se indica en el libro, la dispersión de competencias en Justicia (administración del estado, autonómica, Poder Judicial…), falta de coordinación institucional y ¡cómo no!, y volviendo a la madre del cordero, las carencias del sistema universitario.

Tecnologías disruptivas

También estimables son los capítulos especializados en blockchain, smart legal contracts y chatbots. Deberías saber qué beneficios apunta este libro que puede aportar la tecnología blockchain en los despachos, vinculados a los procesos de almacenaje y recuperación de datos, mucho más eficientes empleando esta tecnología disruptiva. Se mencionan concretamente tareas relacionadas con la gestión de los casos jurídicos, la facturación y la contabilidad.

Pero queremos enfatizar en los beneficios que puede suponer para la Administración de Justicia en cuanto a la comunicación eficiente de piezas electrónicas representativas del proceso. Nos hemos acordado de la magnífica intervención del abogado y programador Iago Otero en el Computational Law & Blockchain Festival de 2018 organizado por Legal Hackers Madrid, concretamente en la Mesa Redonda sobre ‘Casos de uso del blockchain’. Iago ya adelantó la utilidad de blockchain en la custodia judicial de evidencias.

Finalmente, nos parece muy recomendable el capítulo sobre chatbots, donde el autor desarrolla un caso real. Por cierto, si quieres interactuar con un chatbot en el sector legal, y específicamente en la Administración Pública, debes conocer el asistente virtual de la Agencia Tributaria, cuyo objetivo es dar respuesta inmediata a las dudas sobre el SII, que incluye también una calculadora de plazos.

Innovación y metodologías

El último bloque de contenidos que hemos identificado se corresponde con los capítulos destinados a hablar de innovación y metodologías. Hemos de felicitar a los autores porque han sido capaces de bajar a lo concreto, y en muy pocas páginas, algo que a veces cuesta ejemplarizar. Jorge Morell te describe perfectamente los beneficios de la innovación en el sector legal y los factores necesarios para que esta tenga éxito. Pero destacamos una idea: la innovación legal supone mucho tiempo para su adopción; eso sí, una vez se ha adoptado… es imparable y seguida de forma masiva.

Otra disciplina con mucho recorrido es la del legal design thinking. Objetivo: la transformación de los documentos legales para hacerlos más comprensibles y útiles para el usuario final. Y es que la clave es poner el foco en el cliente. Muy notable es el contenido sobre la metodología y fases del legal design thinking que desarrolla Belén Pose.

Vale, ya terminamos…

No nos vamos a poner estupendos y decirte que este libro es de lectura obligada, pero sí que te lo recomendamos vivamente porque ofrece una visión muy amplia acerca de la revolución que está viviendo esta profesión, y lo hace a través de contenidos de autores con mucho talento y, sobre todo, con un perfil muy transversal. Sin duda puede ser una obra útil para despachos y asesorías jurídicas, pero también para los emprendedores en esta industria legaltech, y muy especialmente para las entidades dedicadas a la formación legal, no sólo universidades y escuelas de negocio, también colegios de abogados.

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Un comentario en «Analizamos el libro ‘Legal Tech: La transformación digital de la abogacía’»

  • el 21 agosto, 2019 a las 15:49
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    Sin duda es la obra de cabecera sobre el Legaltech en castellano. He aprendido mucho de sus capítulos.

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